Me uno a la propuesta juevera que nos hace Tracy desde su blog. L@s invito a leer todos los relatos.
NO ERA MEDUSA
Cuatro naranjas que llevará a la playa y una botella de agua mineral para
hidratarse. A esa hora el sol está muy fuerte y no quisiera insolarse. No tiene
grandes expectativas pero igual buscará de mantener el entusiasmo. La chica
parece simpática y la cita no requiere de mayores compromisos. Si ve que la
cosa no funciona, inventa una disculpa y desaparece sin muchas explicaciones.
Sabe que a la hora de justificarse, mientras menos se extienda uno, más fácil
es sostener la mentira que se ha inventado. Así que, nada. Paga en caja y se
marcha hacia la playa con la bolsa en mano. Tampoco es cuestión de aparecerse con
las manos vacías. Las primeras impresiones cuentan.
La tarde pasó volando y las naranjas y el agua fueron insuficientes. Debió
comprar unas cervezas frías para sobrellevar el insoportable calor, pero por
suerte, un vientito fresco se levantó justo antes de caer el sol y las dos
parejitas culminaron el encuentro disfrutando de dulces arrumacos. Todo un
éxito que buscarán repetir.
Rueda la bolsa con los desperdicios por la arena caldeada. El viento llega
solícito aliviando las pieles ardientes mientras los cuerpos aprenden a tocarse.
Una apariencia extravagante toma el indeseado envoltorio hinchándose sobre la
orilla. Corre riesgo de enterrarse entre la arena, bajo los pies de los
paseantes, pero una ráfaga insurrecta la arrastra mar adentro, jugueteando manso
entre las olas espumosas. No tarda en desaparecer hundiéndose en el mar
inquieto, llevando en su interior cáscaras y mordiscos de cuatro adolescentes
torpes.
Unos pececillos curiosos laceran el traslúcido atado mecido por el oleaje.
Las cáscaras de naranjas se dispersan, ablandadas por el salitre. Queda ahora a
la deriva la bolsa anudada en su lisura. Se confunde entre un enjambre de
medusas que flotan, leves, bajo la superficie del mar apenas dormido.
Recién llegada de los arrecifes, una tortuga celebra su suerte apurando el
festín que se mece frente a ella. Lo devora con fruición, aprovechando los
últimos rayos solares.
Se aleja de pronto, confundida la tortuga, atascado el último bocado en su
garganta. No sabe que no ha sido una medusa la razón de su atoramiento. Tampoco
que los perfumados restos ingeridos precipitarán muy pronto su muerte.
24 comentarios:
Una historia que se da con demasiada frecuencia y no somos conscientes del daño que se causa.
Esos jóvenes no saben que con su mal hacer dañan más de lo que se piensan.
Concienciar está en manos de todos, y no fabricar tan bien. Un besote grande.
Boa noite de paz, querida amiga Mônica!
Ficou muito boa a construção da sua participação, muito bem detalhada e com um romance no ar... muito bem pensada.
Temos há sabido dos estragos dos plásticos na natureza.
Gostei muitíssimo da criatividade.
Tenha dias abençoados!
Beijinhos fraternos
Ese triste final me da mucha pena, pero queda expuesto magníficamente como un simple gesto de descuide puede desencadenar un percance irreversible.
Muchas gracias , Neo, como siempre fantástica.
Muchas gracias Campi. Me alegra reencontrarte. Espero hayas disfrutado de tus vacaciones. Un abrazo
Me alegra que te gustara, Roselia. Muchas gracias por leer con atención. Un abrazo
Me alegra haber encontrado inspiración, Tracy. No me resultó un tema sencillo jeje. Un abrazo y muchas gracias por conducirnos
La tortuga pago la fiesta de los jóvenes y ellos ni se enteraron.
En cambio el ojo del narrador sigue de cerca , sin perder detalle ni alcance, el camino de muerte y destrucción de la bolsa.
AbrZooo
Cuántas veces perdemos de vista las consecuencias de nuestros actos! Gracias por leer con atención, Gabi
Qué triste Mónica, has narrado la realidad de muchos animales que perecen a causa de las bolsas, unos ahogados, otros asfixiados. La sociedad debe reaccionar. Un abrazo
La estupidez humana daña sin descanso y con toda normalidad y falta de cosciencia...
Muy buen relato. Abrazo hasta allá.
Triste historia que demuestra que la Estupidez Natural siempre vence por goleada, lo malo es que muchas veces se intenta vencer a la estupidez con más de lo mismo y el resultado es el que es, ahora los envases se van al mar con su tapón pegado.
Un saludo
Una historia muy triste que me genera angustia de sólo pensar en esa tortuga, porque es tan real, tan cierta que desespera. Son tantos los seres vivos que perecen a causa de la contaminación.
Muy buena historia Mónica.
PATRICIA F.
No somos conscientes del daño que generamos. Muy cierto, Nuria. Debemos reaccionar. Un abrazo y muchas gracias por leer con atención
Pequeños gestos que delatan nuestra falta de interés y responsabilidad. Muchas gracias, Carlos. Un abrazo
Hay gente que trabaja para reutilizar aún los desperdicios. Deberíamos esforzarnos mucho más. Un abrazo y muchas gracias por la atenta lectura
Lamentablemente son historias ciertas ante las que deberíamos reaccionar y tomar conciencia cambiando de actitud
Hola Neo,
Como tu bien explicas en tu relato, el uso continuado de estas bolsas de plástico de forma masiva es sencillamente letal. Primero para los peces y otros animales marinos y con el tiempo para el resto del planeta. Un relato que despertará seguro conciencias. Un abrazote! Marifelita desde "El Vici Solitari"
Esperemos que sirva de algo. Muchas gracias Marifé. Me alegra recibirte. Un abrazo
Que curioso que un encuentro con arrumacos, algo muy deseable, tuvo una inesperada y lamentable consecuencia. La intoxicación de una tortuga.
Tal vez haya que reservar una fracción de racionalidad, de responsabilidad, aun en esos momentos emotivos.
Un abrazo.
Ser mas conscientes de nuestros actos en todo terreno. Eso nos faltara. Un abrazo y muchas gracias por leer
Creo que si bien el plastico parece incomodar a la tortuga, en cuanto a las medusas parece ser el milagro mas hermoso: Gracias a ello ya no son devoradas por esas hambrientas tortugas, supongo hoy en dia ya debe haber mas medusas que antes de la invencion de los plasticos.... aunque es posible que no.
jaja claro que desde ese punto de vista... y pensándolo bien, me parece haber escuchado que en el mar de Japón últimamente hay sobreabundancia de medusas.
=)
Un abrazo y muchas gracias por leer, José.
Me pregunto muchas veces quiénes son las personas que aprueban lo que llamamos nuevas metodologías para evitar la contaminación de la naturaleza, es decir, de todos los seres vivos del planeta en el que vivimos. La invención del plástico es un ejemplo de cómo no supieron prevenir las consecuencias de su uso. Un abrazo.
En un primer momento quizás no lo consideraron. Hoy no tenemos disculpas si al menos no intentamos frenarlo. Un abrazo Berta. Y muchas gracias por leer y comentar
Publicar un comentario